La guerra fría entre el gobierno estadounidense y la marca Huawei podría llegar a su fin en las últimas horas al dar un giro de guion la historia que nadie se enteraba. La pasada noche, mientras veía la televisión se dio cuenta de algo crucial: su móvil es un Huawei P30 y, de llevarse a cabo el veto, se quedaría sin actualizaciones. “Huawei es una buena marca, yo estoy contento, hace unas buenas fotos y además, es barato” reza el presidente.
Trump ha ordenado a Google y a Apple que se replanteen su situación y que den actualizaciones, ya que de momento, hay otras cosas más importantes.
Con esto, queda zanjada la polémica de los últimos días y la marca china recuperará la normalidad.
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