
“Esto ya no hay quien lo detenga, tras la exhumación de Franco habrá más” declaraba esta mañana el presidente del gobierno, que considera un derroche que el estado siga dando ayudas para mantener el cuerpo de una figura religiosa en la ciudad de Santiago de Compostela. El próximo año, pedirá formalmente la exhumación del cuerpo del Apostol, algo que parece no muy bien recibido por la ciudad de Santiago, que gran parte de su economía se basa en su figura.
Millones de peregrinos tendrán que buscar otro sitio de peregrinaje cuando se conozca cual será su nuevo destino. Grandes ciudades como Lisboa, París o Jerusalem ya se han ofrecido a custiodiar los restos y no se descarta que se abra una subasta para ver quien se lo lleva. El destinatario de esa subasta sería el estado español, que cree que con lo que se pueden sacar, se pagaría la deuda externa.
En las próximas horas se emitirá un comunicado oficial con todos los detalles y conoceremos las reacciones de otros partidos políticos.
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